
Charla 2 de abril de 2019 en Sevilla 1
El pasado martes 2 de abril tuve la oportunidad de pasar un buen rato de charla con los internos del Módulo 8, módulo de estudio, del Centro Penitenciario Sevilla 1.
El objeto fue doble, poder hablar de Las mujeres imposibles y poder explorar algunos temas de interés general.
Solo quiero dar las gracias a todos ellos, más de 60 escuchantes, porque me acompañaran con tan buena disposición. Y por supuesto a Eloísa que me guió por el laberinto, así como a Sonia por su interés y su apoyo. Fue muy gratificante ver su expectación y su posterior agradecimiento por mi visita. Yo sólo ayudé a romper la monotonía de sus tardes y poder hablar de lo humano y lo divino con alguien que aterrizó allí del otro mundo, de fuera; según me dijeron, es para ellos algo que no se da de manera habitual y que resulta de agradecer. Tengo que destacar que habían hecho los deberes, buscando información sobre la obra y preparando preguntas muy interesantes. En el coloquio final constaté un estupendo interés por la literatura, por el oficio de escribir y sobre algunos aspectos del contenido de Las mujeres imposibles…
Al final, pude saludar a muchos que me hicieron sentir como un feliz extraterrestre entre ellos. Extraterrestre, por esa mezcla de cercanía y lejanía que produce el mundo de dentro, por venir de otro mundo tan distinto y cercano, por no poder comprender nunca qué es lo que día a día se puede sentir encerrado entre muros, intentando ser libre con la conciencia… Lástima no haberme quedado a escucharles recitar o cantar (algo que me ofrecieron antes de la temprana cena «con horario inglés», según me comentaron).
Yo hablé de contrastes esclarecedores, de libertad, sí, de libertad como capacidad para renovarse, al igual que Tunoye; de búsquedas, del amor, de la realización personal, y de soledad y de tantas cosas… Lo hice sin guión, improvisando, algo que si salió bien fue por la atmósfera que hicimos posible.
Espero veros muy pronto a muchos por ahí, más libres y mucho mejor…
Gracias a todos los que me escuchastéis con tanta atención, me llevo la sensación de que no puedo aspirar a un auditorio mejor dispuesto…